El descubrimiento de las fotografías de Vivian Maier golpeó al mundo de la fotografía en 2009. La historia de la fotógrafa hasta entonces desconocida que se había ganado la vida como una niñera durante toda su vida y cuyo archivo había sido adquirido por casualidad por un coleccionista capturó la imaginación del público más allá de las audiencias fotográficas tradicionales.
WestLicht publica las obras de la fotógrafa estadounidense (1926-2009) con raíces austriacas.
"Vivian Maier se convirtió póstumamente en una estrella casi de la noche a la mañana, clasificada entre Henri Cartier-Bresson, Robert Frank, Lee Friedlander o Diane Arbus. Muchas de sus fotografías tomadas en las calles de la ciudad de Nueva York y Chicago desde la década de 1950 se sienten como clásicos instantáneos. Con su ojo exquisito por el momento y un sentido sublime de la composición, Maier reclama firmemente su lugar en el panteón tradicionalmente dominado por los hombres de la fotografía callejera. Sus numerosos autorretratos en espejos y escaparates en el espacio urbano desafían la narrativa habitual del género, que a menudo se construye a lo largo de roles de género convencionales y esquemas arcaicos de cazadores y presas".
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